Juez rompió en llanto en medio de audiencia al escuchar informe sobre tortura y asesinato de un bebé
El padrastro del menor aceptó sin ningún tipo de remordimiento su responsabilidad sobre el crimen, perpetrado el pasado 25 de enero en Bogotá.
En medio de una audiencia, el juez 53 Penal Municipal, con Función de Control de Garantías de Bogotá rompió en llanto tras el impactante relato de la tortura y asesinato de la que fue víctima un bebé de 22 meses de nacido por parte de su padrastro, un hombre identificado como Óscar Eduardo Orjuela Pinzón, de 19 años quien reconoció el crimen, informó La FM.
Las pruebas que presentaron antes el fiscal 58 local adscrito a la Unidad de Vida e Integridad Personal, fueron tan fuertes que, al leer el dictamen del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, el juez lo interrumpió para no seguir escuchando los vejámenes sexuales y de maltrato de los que fue víctima el niño.
De acuerdo con lo relatado en la audiencia, el menor recibió golpes y torturas, lo que le provocó hematomas, abrasiones, quemaduras y fracturas desde el cerebro hasta los pies.
El desgarrador informe dejó ver todo lo que sufrió el niño entre el 20 y el 25 de enero en la casa ubicada en el barrio Altos del Poblado, localidad de San Cristóbal, en Bogotá.
El padrastro del niño lo maltrataba y torturaba cuando la madre de la víctima salía a trabajar.
Según señaló La FM, la mujer empezó la relación con el sujeto hace cuatro años y desde hace cuatro meses vivían juntos.
Por los hechos, la Fiscalía le imputó al hombre el delito de homicidio agravado en concurso heterogéneo con violencia intrafamiliar agravada y este aceptó los cargos sin ninguna señal de arrepentimiento o culpabilidad. La muerte del niño se dio el pasado 25 de enero.
Sobre este caso, el juez manifestó “créame que la cantidad de elementos probatorios que tiene la Fiscalía en este caso, tanto medios de pruebas, como indicios, son de tal entidad que el diagnóstico suyo es negativo, no solamente en atención a la calidad la víctima sino a ese trasegar inhumano (…) no entiendo cómo usted tiene la capacidad para que desde el lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado de golpe en golpe acabar con la vida de un menor”.
Agregó “estoy convencido que usted es altamente probable autor de esta conducta punible y esto lo digo basado en la epicrisis y en el concepto de Medicina Legal, que ni quisiera quise que leyeran, porque no comprendo cómo alguien puede hacerle eso a un menor, la verdad me quedo sin palabras (…)”.
El juez además dijo que Orjuela Pinzón es como un segundo Luis Alfredo Garavito, por la frialdad al atentar contra un niño.
“El juicio de probabilidad y de prevención es tan alto como en el caso de un hombre que acabó con la vida de 147 niños, usted está muy parecido a él”, aseguró el juez.
“La urgencia en este caso es abismal; jamás un juez de control de garantías podría permitir que una persona con este tipo de circunstancias, que son atribuibles de forma exclusiva a usted (…), volviera ser parte de la sociedad, por lo menos no en un futuro próximo”, dijo.
Conmovido y afectado, el juez dijo con la voz entre cortada, “no me imagino las cosas que tuvo que haber sufrido ese pobre niño, en sus manos; estos casos son muy difíciles. Y créame que si me conmueve a mí que llevó más de 10 años, cómo serán las otras personas. No entiendo cómo pudo ser esa pobre víctima”.
Javier Gildardo Vaquero Pachón, abogado del presunto homicida también lloró en medio de la audiencia.
El jurista dijo “en este caso el juicio de necesidad es tan grande que ni siquiera cabe el de suficiencia, no hay una contradicción contra las pruebas, solamente ver esas imágenes dejan destrozada a cualquier persona parece que a usted no, pero al resto sí”.
Se conoció que Óscar Eduardo Orjuela Pinzón intentó limpiar la sangre del bebé, pero la Fiscalía logró descubrir las prendas de vestir, paredes y lugares de la casa que tenían las huellas del asesinato.